Saltar al contenido

Tejer

Pienso y reafirmo: Acompañar es un arte y una práctica de amor, que se enlaza en el tejido cotidiano, creativo, el artilugio de entrelazar los puntos y dar forma, de enlazar atar, unir y construir….

Pienso en la práctica de acompañar y viene a mí la imagen de las tejedoras, las juntadas entre varias a tejer, el tejer como eso que aún a lo afectivo, nos impulsa a crear la forma de enlazarnos, de tejernos unes con otres…

Me preparo para iniciar el ritual

Mi cuerpo se estremece

Mis pies descalzos

Una textura y un color me llaman

Entre mis dedos, serpentina mimosa

Se me escapa y me desespero, corre, acaricia mi brazo, mi panza, se desliza entre mis piernas, me besa un pie

Estoy atrapada

Envuelta

Protegida

Entre puntos y lazadas, una nueva imagen… Recordé a mi abuela tejiendo los famosos cuadraditos con los restos de lana, generalmente para la iglesia. Esos cuadraditos que luego se unían a los cuadraditos tejidos por otras mujeres y armaban colchas… ¡Lo había olvidado! Pero ahora está ahí… Como el movimiento de sus manos al ovillar, como su andar lento, su eterna paciencia, su incondicional amor.

También un grupo de mujeres del barrio se juntan a tejer cuadraditos. Cuadraditos que unen haciendo una colcha que una entrega a una de ellas, cada una tendrá una colcha construida entre todas para abrigarse en el invierno. También bailan, se bañan desnudas en el río, se miman, se agasajan con comidas ricas, se cuentan secretos y penas, todo eso acompaña la jornada de tejido.

Yo también tejo, mi abuela me enseño. Y mi madre teje, le enseño su abuela.