En la dinámica hegemónica actual ejercer decisiones es un privilegio y una resistencia, a la vez, que depende de múltiples factores interdependientes. La polarización de los sentimientos, pensamientos y acciones contribuye a que abortar y maternar se perciban como decisiones/acciones irreconciliables y opuestas, lo que omite la complejidad y contradicciones de la vida cotidiana.
Mis motivaciones para acompañar abortos han ido transformándose, nutriéndose, cuestionándose con el pasar del tiempo, pero se ha mantenido el deseo de aprender-compartir de experiencias vividas y, en particular, de aterrizar en la práctica y en colectivo: ideas, dudas, reciprocidades y resistencias.
Ser y hacer red. Aprender-compartir de la diversidad de personas, de motivos, de emociones alrededor de la decisión de abortar. Aprender-compartir que entre aborto sí y aborto no, hay un abismo inmenso de elementos, sentimientos e ideas que están conectados y moviéndose. Cuestionar y navegar los mitos, los estigmas y las idealizaciones de abortar y maternar.
Esta fotografía la tomé hace 10 años en Quito-Ecuador cuando empezaba a explorar estos temas, hoy le hice una intervención que simboliza el rizoma de complejidad que implica y las redes que se construyen y sostienen.
