Yo creo que acompañar es una verdadera práctica de amor, ya que lo que hacemos lo realizamos sin un interés personal de por medio. Por el contrario, sólo buscamos ayudar a las mujeres a ejercer su derecho de autonomía y liberación de su cuerpa.
Lo hacemos para que esa mujer se sienta libre, querida y por sobre todo acompañada. Que sepa que no habrá soledad en este proceso. Personalmente cada acompañamiento lo hago con mucho amor para que no se sientan solas, esa es mi finalidad.
Cuando veo a las mujeres que llegan veo mucha vulnerabilidad, pero a medida que vamos avanzando y al hacer un acompañamiento tan amoroso, se puede ver empoderamiento, fuerza y mucho crecimiento. Todo lo anterior, lo realizamos con mucho esfuerzo, no obstante se torna gratificante al ver este renacer en las acompañadas, realmente me genera un sentimiento de felicidad inconmensurable.
