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Mientras acompañamos

Acompañar no es tarea fácil, menos actualmente que con la llegada del uso de las tecnologías, el individualismo y la poca humanidad que nos quedan se han ido perdiendo debido al aislamiento, la apatía y desensibilización provocada por la normalización de la violencia hacia todo lo que se mueva: más aún tomando en cuenta que desde siempre se nos ha enseñado que “el peor enemigo de una mujer es otra mujer” y es un pensamiento que se resiste a morir, así como nosotras todos los días al salir de casa. 

Creo yo que arte es todo aquello que nos hace sentir algo en el estómago y nos eriza los pelos del cuerpo, para bien o para mal. Algo que nos hace sentir intriga, pasión y nos hace reflexionar, y todo ello ocurre mientras acompañamos, pues ningún caso es igual, por más años de experiencia siempre te encontrarás con casos distintos. 

Es por estos dos puntos que coincido en que acompañar es un arte, y un acto de amor. 

Quise reflejar esto en mi dibujo con una red de mujeres que se acompañan, y se dan la mano sonriendo cariñosamente: haciendo uso nuevamente del terror para referenciar a una de mis películas favoritas del género, pues Midsommar nos muestra, en parte, a una mujer en duelo que busca su lugar  en la vida después de un trágico acontecimiento, en compañía de aquel hombre que creía su apoyo, pero que después de que éste la termina traicionando, encuentra en una nueva comunidad el confort de una familia.