A- Este collage resultó de la fusión de un dibujo antiguo digitalizado para crear esta nueva imagen: lo que representa para mi el acompañar como acto de amor. En el que caben sutilezas y nuevas formas de vincularse que nacen desde el acompañar un aborto. Se crean redes de complicidad, empatía, respeto y conocimiento entre quienes acompañan y son acompañadas. Desde el uso de algunas plantas medicinales que amorosamente acompañan el proceso hasta la amiga que va contigo hasta saber de tu completo bienestar.

B- En relación a si creo que acompañar es un acto de amor. Pues lo creo totalmente. Qué es acompañar sino es eso, amor. En el cotidiano escogemos a cada rato qué acompañamos. Desde ir a la tienda con tu mamá hasta cuidar a un ser queridx que se encuentra enfermo. Lo que hace que este deseo o decisión sean algo más bien inconsciente. Como algo que nace para ser, sin mayor explicación. El “porque si” que nos brinda el sentir amor. En cambio cuando acompañamos un aborto, hacemos esa decisión consciente. Nos hacemos cómplices voluntariamente y procuramos que este sea en la mayor contención y seguridad posibles: que sea en amor. Con la delicadeza que brinda el cuidado cuando un otrx se encuentra frágil.
Es por eso que esta frase «el amor tenía que ser otra cosa» me vino a recordar esa sutileza con la que acompañamos, la convicción con la que decidimos hacerlo hasta el final y lo diferente que resulta el amar desde la completa empatía deseando que lo que ama/sueña esa amiga sea posible tal y como ella quiera. Lejos de los romanticismos impuestos de cómo tiene que ser o vivirse el amor.