Saltar al contenido

Empatía, respeto, honestidad

Para mí el amor es el café por las mañanas que me despierta. Los retoños que se asoman entre mis plantas. La comida de los fines de semana que mamá me guarda. La posición de mi padre siempre a una distancia de rescate. Las miradas y sonrisas de complicidad de mis hermanos. Mis amigas, mis amigos y su infinita compasión. La mirada amorosa de mi novio. Los cuidados colectivos que mucha gente me proporciona. El café de olla de mi abuela materna. Reflejarme en los ojos de mi abuela paterna. Los lengüetazos de mi Lúcaz en las manos cuando lo acaricio. La sopa caliente. Los libros subrayados. Los verdes de las montañas. El agüita fresca. La caricia permanente del mar. Saberme inmensa aunque me sepa chiquita ante la naturaleza. 

Para mí el acompañamiento representa asumir el rol que juego con la persona a la que acompaño e intentar poner todo de mi parte para que ella tenga un aborto seguro. Cada acompañamiento es distinto y en cada uno se involucran emociones distintas. No digo que no pueda existir amor en un acompañamiento, pero sí que no siempre se trata de eso. Puede ser que exista empatía, respeto, honestidad, pero no amor, lo cual no significaría que sea algo menos válido o que eso represente una mejor o peor vivencia para las mujeres.