Definitivamente acompañar impacta en mi identidad, porque he evolucionado como persona al practicar esta linda labor, me impulsa a ser una persona valiente, decidida y fuerte, puesto que me enfrento día a día con la clandestinidad, lo que genera en mí, un sentir de resistencia muy grande.
Sé que no muchas activistas feministas quieren hacer acompañamientos, ya que las consecuencias son muchas, pero tengo certeza de que junto a mis compañeras, logramos dar cara a la criminalización del aborto.
Por otra parte, ha significado un crecimiento personal inmenso, que me ha permitido ser mucho más amorosa y empática con las mujeres, aprendí a tener una buena relación con mi género, para así lograr vivir la sororidad más allá de la definición. Hoy en día, no sé qué sería de mí, si dejara de acompañar abortos, se iría gran parte de mi esencia.
