A mi vida principalmente se sumó aprendizaje, ya sea de conocimientos, de cómo acompañar o también aprendizaje propios para mi vida. Empatía, me llegó realidad ya que muchas somos tan individualistas que no nos damos cuenta de cómo viven día a día las mujeres (sus contextos), se me sumó el compañerismo y amor entre mujeres.
De mi vida se fue el individualismo, los prejuicios y se me fue un poco de libertad, ya que al acompañar y estar haciendo el trabajo que debería estar realizando y garantizando el Estado, mis tiempos personales se redujeron un poco. Junto con eso la libertad de expresar quién soy y qué hago ya que obviamente existe una criminalización y odio a las acompañantes de abortos.
Lo único que extraño es la tranquilidad y libertad de expresarme libremente sin que me traten mal o me juzguen por lo que hago.