En el tarot, la sacerdotisa representa fortaleza y sabiduría, es la energía que nos conecta con lo oculto y con los elementos de la naturaleza. A sus pies, mantiene con calma a la luna y está ligada fuertemente a las emociones humanas.
Mi camino como tarotista se nutre con el acompañamiento que ejerzo y viceversa. La energía que irradia me ayuda a mantener el temple. Puedo decir que a partir de que soy acompañante, la fuerza del arquetipo me ha prestado su saber para ponerla en práctica.
Lo único que ha dejado de estar en mi vida a partir de que soy acompañante son los prejuicios y la ignorancia. En su lugar, me ha abierto las puertas a la empatía y la comprensión.