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Ninguna duda

A continuación se presenta la transcripción de la editora:

No tengo ninguna duda de que ser acompañante de abortos impacta en mi identidad. 

Recuerdo en una reunión que tuvimos con Lau Rosso, que es una compañera activista que escribe novelas muy hermosas, nos encontramos porque ella estaba en plan de escribir la novela socorrista y una pregunta similar era qué nos había impactado, cómo nos afectaba hoy ser socorristas y yo dije que me había dado algo así como no sé si un sentido a la vida, pero más o menos, como que había encontrado algo que me gustaba, algo que me apasionaba, que antes no me había pasado con absolutamente ninguna cosa, ni con un estudio, ni con un deporte, ni nada similar. 

Y considero que sí, que el socorrismo impacta en mi identidad porque hoy cuando me presento soy Ayelén, soy socorrista, soy feminista, como que lo primero que pienso sobre mí hoy es que soy socorrista. Además soy una mujer, lesbiana, feminista, activista pero, sobre todo, soy socorrista porque siento eso, como que le ha dado un sentido a un montón de cosas que por ahí no estaban encaminadas en mi vida y hoy es lo que me ubica, es también un poco mi cable a tierra. He tenido algunas crisis existenciales estos últimos años, he llegado hasta a dudar de continuar o no en la Colectiva por una cuestión de tiempo y de dedicación, que no me gusta hacer las cosas a medias. Si ponía en la balanza dejar de ser socorrista, no era nunca una opción.

Entonces, siempre fue como ese empujoncito que una necesita para seguir ahí, acompañar a esas mujeres, o a esas personas con capacidades de gestar que deciden interrumpir embarazos. También considero que es un empujoncito que es como lo que hoy me motiva a que el mundo sea un poco más justo, a que las mujeres o personas con capacidades de gestar puedan decidir sobre su propio cuerpo. Y es eso, el motorcito que me mueve y creo que es eso lo que me da también como identidad a mi personalidad. 

Puedo haber tenido mucho tiempo vergüenza de decir que era lesbiana, por ejemplo, pero no se me ocurre, ni siento en ningún momento, que tengo que ocultar que soy socorrista, como lo digo, y lo digo también en espacios donde sé que eso va a generar posibles discusiones o incomodidades, lo digo también con la intención de que se sepa, de que soy socorrista y estamos acá y somos un montón…

Entonces creo que además de ser un motorcito es un poco como la chispa que tengo, la chispa que tiene hoy mi cuerpo, sin dudas se prendió con el socorrismo y espero que siga latente mucho, mucho, mucho.