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“Soy feminista, aunque te joda”

I

Alerta, alerta

que no se aguanta más

queremos una vida

sin violencia patriarcal.

Mis primeras arrimadas a la colectiva de Bahia Blanca – Bahía Rosa tuvieron que ver con una necesidad de participar en un espacio feminista. Durante el 2018 en el medio de la marea verde que empapaba al país y nos brindaba herramientas para ver situaciones machistas en nuestra vida cotidiana, con algunas compañeras decidimos irnos de la agrupación comunitaria en la que estábamos. Esa agrupación en la que junto a otrxs adolescentes y jóvenes comenzábamos a nombrar cómo política y hacer político eso que antes nombrábamos y practicábamos como caridad. Quienes nos interesaban los feminismos estábamos incómodas.

Hoy, con distancia, puedo afirmar que esa agrupación se asentaba sobre códigos de complicidad entre varones-cis-heterosexuales y la cosificación de muchas de nosotras. Nos fuimos. Cada una con ideas diferentes de cómo seguir, muchas compañeras decepcionadas se alejaron de las militancias y activismos, lo cual lamenté.

En enero de ese año mi mejor amiga tuvo un embarazo no deseado. Quería abortar. No sabíamos nada. Entramos a la página de socorristas y leímos cómo hacerse un aborto con pastillas. Por suerte se encontró con una médica que le dió la receta para comprar Misoprostol en una Unidad Sanitaria de la otra punta de la ciudad. Abortó. La acompañé. Después del torbellino vinieron las filosofadas y reflexiones sobre la situación. Una experiencia de aborto cercano que cómo la pastilla roja de Matrix me mostró un mundo que no podía dejar de prestarle atención ¿Qué onda esto del aborto?

Si no sale la ley me sumo a Socorristas en Red”, pensé, en la plaza de mi ciudad el 14 de junio. Bahía Rosa había montado una carpa y pantallas junto a otras organizaciones para que estemos juntas, juntes, en ese momento histórico.

Qué frío, ¿me pasás un mate?

131 votos afirmativos, 117 negativos

Si no hay aborto legal que quilombo que se va a armar Tsunami de emociones

Que viva me siento

Motivaciones para sumarme a la colectiva de Socorristas: incomodidad en agrupaciones mixtas. Buscar un nuevo espacio de construcción comunitaria. Necesitar feminismo y feministas en mi vida. Un aborto cercano que abre nuevas preguntas. Curiosidad. Una ley que no sale. La organización callejera y la piel de gallina.

II

Hay abortos, hay abortos

a montones, a montones

aleluya

Cuando me sume a la colectiva de Bahía me sentía perdida con tanta información pero segura de que ahí quería estar ¿Dónde más sino? Tampoco es que en mi ciudad abundan las organizaciones feministas.

Mirando, aprendiendo, absorbiendo, imitando, equivocándome me fui integrando a una grupalidad que venía arrastrando consigo algunos inconvenientes internos. Cosa que no me preocupaba ni ocupaba mucho al ser nueva, hasta que de repente muchas compañeras se empezaron a ir de la colectiva. Nuestro número se reducía cada vez más y por ende los acompañamientos en abortos eran cada vez más para quienes recién arracabamos.

Fue un momento complejo dónde el camino fácil era irme de esa grupalidad que se erosionaba. ¿Por qué permanecer en algo dónde recién arrancaba, había muchas tensiones y no tenía grandes responsabilidades? Pero, ¿Dónde más sino? ¿Y los llamados a la línea telefónica? ¿Y esos abortos?

Creo que ahí recién podría decir que los abortos fueron motivación. Motivación en tanto tengo que seguir acá aunque la corriente me arrastre para otro lado. Motivación en tanto echar raices en los abortos, en las experiencias de abortar acompañadas, otras. Los abortos insisten aprendí, así seamos 20 o 4 quienes acompañemos. No me puedo ir, no pueden ser 3 quienes acompañen, sororidad con quienes abortan y con mis compañeras que deciden seguir estando al pie del cañón (o al pie de la teta cómo dicen algunas).

Encima, para variar, durante ese proceso de incorporación hice algo que viví como una gran equivocación y un gran momento de aprendizaje. Agradezco a mis compañeras su paciencia en los errores, en sus confianzas y apuestas hacia mí.

Motivaciones que me afianzaron a Socorristas: Los abortos que insisten. Las compañeras que tuve y tengo. La pedagogía feminista y sus paciencias.

III

Tengo todo lo que quieren las guachas

lucha, aborto y cumbia en las marchas

Canto todo lo que a vos te incomoda

soy feminista, aunque te joda 

Sentirme parte de la historia y memoria colectiva de rebeldías feministas. Contribuir en desarticular culpas, vencer vergüenzas y prejuicios.

Los abortos con películas, gozosos y desobedientes. Compartir historias, conmovernos con esas.

La grupalidad como espacio de despegue.

Armar estrategias ¡AY QUE LINDO ES ARMAR ESTRATEGIAS! Las potentes amistades políticas. Amigas trincheras.

Las marchas, el olor a pólvora de las bengalas, la disfonía después de cantar y las borracheras creando canciones.

Molestar, incomodar.

La presencia conmovedora de referentas políticas. La rabia de las injusticias.

Saberme bienvenida en otras colectivas.

Elegir transitar mi vida con otras que deciden cuidar y que ellas, ellxs también me elijan a mí.