He sumado la certeza de que el proceso de aborto puede ser leído desde la alegría, en sus múltiples formas y motivos. Este es uno de los aprendizajes que el acompañamiento y la vinculación con otras acompañantes me ha dejado.
Acompañando aprendí que son diversas la emociones que se despiertan y que van cambiando en el proceso, se fue la idea generalizada de que todo proceso de aborto implica sentimientos de sufrimiento.
Acompañando reafirme todo lo que se puede movilizar colectivamente para llegar a un fin, en este caso interrumpir un embarazo y hacerlo desde el cuidado, la confianza, el respeto. La idea de que “nos matan por separado” tiene que ver, sin duda, con feminicidios y, a la vez, con matar las ideas, los deseos, los sueños, las preguntas, los presentes y futuros posibles.