¿Qué cosas que no formaban parte de tu vida se han sumado desde qué eres acompañante?
Contradicciones involuntarias, jajaja, y me río porque yo siempre he tratado de hacer cosas en las cuales no se me obligue a hacerlas, así esté equivocada (diosas que sinceridad la mía), pero la verdad es que he tenido que aceptar que si me gusta hacerme cargo por momentos de otras personas y hacer cosas que ayuden a esas mujeres (me la juego con ellas), aunque detesto que algunas de ellas no me digan cómo van, y no saber si todo va bien o qué sucedió, me parece que son inmaduras y hasta mal agradecidas, pero luego recuerdo que soy feminista y me tranquilizo y acepto que ellas también están posiblemente lidiando con sus pensamientos, inseguridades y temores; posiblemente nunca he pensado que es un momento que disfruten o que lo hagan fríamente, creo que son momentos de mucha confrontación con sus ideas, creencias, prejuicios y deseos, apropiarse de su cuerpo no es nada sencillo, eso hace creo yo, que una pueda ser menos comunicativa, porque son procesos personalísimos y llenos de miedo, aunque literalmente una les tome de la mano. Si tengo que responder lo que he sumado diría yo que saber “tomar de la mano”.
¿Qué cosas han dejado de estar en tu vida desde que eres acompañante?
Ser menos egoísta, ser acompañante me ha implicado ser menos egoísta y guardarme para mí el conocimiento y compartirlo con las mujeres que acompaño, porque hay cierto poder que brinda tener información y ser una sabelotodo, principalmente ante algunas autoridades que me cagan por su miedo, profunda ignorancia y arrogancia al creer que saben, además de que cuando una les confronta se desmorona su poder, y claro eso hace que salga su misoginia, su sexismo e inclusive su violencia internalizada más fea y oscura, entonces es cuando yo creo que debo ser compartida, colectiva, sororal e inteligente, porque ellos y ellas no son la población a la que no quiero llegar, no son mi meta. Mi meta es hacer que las mujeres vivan su derecho al aborto seguro, y que sepan que estoy con ellas hasta el final, lo que hace que me desprenda de la retórica laberíntica en la que los antiderechos y punitivistas me quieren meter. Entonces me desprendo y brindo información y convenzo de que hay salidas y caminos menos oscuros y que puedo ver con ellas que su vida no se ponga en riesgo, aunque confieso que en ocasiones da miedo, porque me siento muy responsable y no quiero que nada les pase y ahí estoy con ellas hasta donde quieren que yo les acompañe, y se me quita lo egoísta y soy esa persona que más me gusta ser y que la complicidad solo puede dar.
¿Hay algo que haya cambiado que eches de menos en tu vida?
Hasta hace unos años si debo de confesar que odiaba que las chicas que acompañaba lo hicieran en la noche y una pues casi no dormía por dar acompañamiento y echaba de menos dormir, era estar en alerta y angustiada, pero desde que hay adelantos en cuanto a la seguridad de los medicamentos y mayor experiencia, porque ya llevo aquí con esto muchos años, una va agarrando experiencia y una va incluso escuchando a las chicas que acompañó y puedo detectar quién estará más insegura y tiene miedo, por lo que adivinar que será un proceso tenso y largo que implica más de mí en términos de seguimiento, pero con otras desde hace algunos años esto va muy bien, ahora sí, ya me duermo y reviso mi celular y veo que todo va bien, que la información de alguna manera también es más pública y eso ayuda a que ellas vayan despejando sus dudas, incluso ya no te agarran de la mano, se van solas, y luego una es quien les manda mensajes para ver como va todo y ellas super relajadas y todo bien. Increíble que no me necesiten, tal vez sí extraño un poco eso, los después, pero estoy consciente que no siempre se forman vínculos, pero sí sé que en su corazón saben que ahí estoy para apoyarles una vez más si se ocupa o bien si requieren de pasar la información a otras mujeres, los años me han dejado sentir y vivir eso y disfrutarlo mucho, como para dormir tranquila.