Mi bordado en proceso está basado en un mural ubicado en la Facultad de Trabajo Social de la UNAM (México).
Este mural (cuya fotografía incluyo) fue pintado por grupos feministas durante el paro de labores que la organización estudiantil realizó posterior a los eventos del 3 de septiembre de 2018, cuando un grupo de porros atacó violentamente a estudiantes de CCH Azcapotzalco que marchaban por sus derechos.
Este hecho provocó una llamarada de activismo a lo largo y ancho de la UNAM y de otras universidades y fue un catalizador de varias luchas estudiantiles, entre ellas la feminista.
Yo misma empecé a involucrarme en la lucha feminista a partir del activismo estudiantil de la UNAM. Fue ahí donde aprendí, conocí y descubrí junto a y gracias a mujeres organizadas luchando activamente por sus derechos, uno de los cuales siempre fue el derecho a abortar.
Fue en los círculos de mujeres estudiantes organizadas que conocí historias de aborto, que acompañé abortos por primera vez, que supe del trabajo del Fondo MARIA, que comprendí lo fundamental de nuestro derecho a nuestra autonomía corporal.
Fue junto a esas mujeres, estudiantes organizadas, que emprendí yo misma la lucha feminista con fervor. En los grupos de organización estudiantil feminista conocí a algunas de las personas más importantes para mí y junto a ellas fue que empecé a luchar por los derechos sexuales y reproductivos, entre muchos otros, de las mujeres.
La organización estudiantil feminista constituyó la primera llama de mi lucha y mi activismo. Fueron las estudiantes organizadas quienes primero me motivaron a luchar por los derechos de las mujeres y quienes me enseñaron a escuchar, a brindar cuidados, a ejercer la ternura radical y a acompañar a otras mujeres.
Fueron ellas quienes me motivaron a actuar y luchar por lo que creo, entre lo cual está acompañar abortos.