¿Qué motiva tu activismo como acompañante de abortos?
Esta postal fue una de las primeras frases que leí en referencia al aborto, pegada en la pieza de mi tía.
La leí a los 14 años mientras a mis compañeras de la escuela las obligaban a parir “por andar haciendo cosas de grandes”. Ellas no pudieron elegir, dejaron la escuela y se dedicaron a vivir la maternidad patriarcal atendiendo a sus hijes y pololos. Forzando relaciones parentales que no eran propicias para su edad y que concluyó en que la mayoría terminara de criar solas a sus hijos.
Mi motivación para ser acompañante de abortos viene de ser la opción en contra de la obligación de asumir una maternidad sin estar preparadas o sin querer asumirla. Tuve la oportunidad de acompañar a algunas de estas compañeras, que ahora ya adultas, han podido decidir sobre sus futuras maternidades de una forma que la primera nunca se les planteó.
Acompañar a una mujer que decide abortar es un acto de rebeldía, de liberación, del amor entre mujeres. De tomar las riendas de tu cuerpo, de tu vida y tomar la decisión de convertirte en madre solo si tú lo deseas, sin tomar en cuenta las presiones sociales como la edad, la familia o tu pareja.