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Ahora mi familia entiende y ayuda

Describo mi collage como una transición en la que antes de ser acompañante importante, antes a de pensar que desde pequeña fui sexualmente activa y desinformada, siempre me sentía con culpa constante, con miedo de que no supiera lo que hacía, yo sólo creía lo que miraba en los medios de comunicación, creyendo que “esas no son las formas” aún y cuando yo era víctima del sistema que normalizaba la violencia y estigma que se me ejercía. Lo que me hacía estar agachada ante imposiciones e ideas que no me parecían.

¿Qué cosas han dejado de estar en tú vida a partir de qué eres acompañante? 

Hasta la universidad me asocié con las marchas feministas que nunca asistí porque, aunque sentía que me representaban, mi miedo y estigma era mayor por lo tanto sólo las miraba a lo lejos, en silencio. No entendía exactamente porqué hacían lo que hacían, pero quería estar ahí. No tenía amistades que congeniaran conmigo para asistir. 

Dejé de estar en silencio, expresé mi opinión respecto de todo lo que la lucha y dignidad significa, mi familia desde adolescente me castigaba por intentar salir del cuadro, terminándome de catalogar como rebelde con causa

Ahora ellos cambiaron de idea, comenzaron a intentar con los ojos con los que yo miraba. Hoy me ayudan a llevar medicamento a las chicas que lo necesitan por voluntad propia, mis hermanos y hasta mis abuelas les dan medicamento a chicas que lo necesitan lo cuál me llena de orgullo. Pude crear gracias al acompañamiento una extensión de mi familia con amistades sanas que se convierten en mi lugar seguro. 

No hay algo que extrañe de los cambios que he vivido.